Estadísticas de la secretaría de Desarrollo Social indican que el 49.9 por ciento de los 2.200.000 habitantes que tiene Cundinamarca en sus 116 municipios es pobre, y el 16 por ciento de su gente, es decir 352.000 personas, viven en estado de indigencia. Escasez de trabajo mayor causante de la crisis.
Y es que la pobreza afecta especialmente a la zona rural, ya que la crisis agrícola acabó con las fuentes de empleo. No hay oportunidad de sembrar por los altos costos de las semillas e insumos, y la misma violencia hizo que los índices de miseria que se vive en la región aumentaran.
Según la secretaría de Desarrollo Social del Departamento, 25 son los municipios más pobres que hoy tiene Cundinamarca.
Viotá, Guataquí, Quipile, Jerusalén, Venecia, Nariño, Cabrera, Caparrapí, Yacopí, La Peña, Topaipí, Quebrada Negra, Paime, Útica, La Palma, Vergara, El Peñón, Ubalá, Gutiérrez, Chaguaní, Guayabetal, Pulí, Fosca, Medina y Paratebueno.
La crisis es tan grave que el gobernador de Cundinamarca, Andrés González Díaz, dijo que se deben adelantar programas urgentes para combatir esta problemática que con el paso de los días es más fuerte.
"Tenemos que tomar conciencia que la lucha contra todo tipo de pobreza es una prioridad, en Cundinamarca hay poblaciones que tienen más de 30 años de atraso y esa brecha es nuestro deber reducirla con un trabajo decidido y articulado entre las diversas instituciones que tenemos la responsabilidad de garantizar el bienestar de nuestros habitantes", dijo el mandatario seccional.
Para dar el primer paso, el gobierno regional creó el programa 'Guerra contra la pobreza' que apunta a liderar una lucha sin tregua en todo el territorio cundinamarqués, enfocando los mayores esfuerzos a 25 municipios de Cundinamarca, los cuales se han denominado 'Municipios del milenio' dado que los porcentajes de pobreza allí registrados son altos.
Wilson Villegas, secretario de Desarrollo Social de Cundinamarca, dijo que la zona más afectada por la pobreza es la de Rionegro.
Allí, en municipios como Yacopí, Topaipí y Caparrapí, su gente padece de extremas penurias ya que la violencia vivida en los últimos años desplazó a muchas personas de sus fincas, se acabaron los cultivos y la topografía, que en estos momentos es difícil de recorrer, hizo que se aislaran del resto del departamento.
"La gente de esta zona se quedó sin acceso a los programas de salud, de educación. La dificultad de llegar hasta los lugares donde viven no permite el paso de las ayudas. Por eso, para los cuatro años del presente gobierno departamental se invertirán 5 billones y medio de pesos, para combatir la pobreza y darle mejor calidad de vida a los cundinamarqueses", afirmó Villegas.
Agregó que, se invitó a los alcaldes para que realicen una radiografía sobre la situación de pobreza en sus municipios. "Debemos conocer cómo viven las personas, el estado de sus casas, su grado de escolaridad, sólo así se sabrá qué programas se deben adelantarse para los más necesitados", indicó el Secretario.
A su vez, el secretario de Educación Departamental, Álvaro Díaz, manifestó que los bajos niveles de educación también conllevan a que la población viva en la pobreza. Según el funcionario, la falta de dinero para que la gente pueda ir a las aulas, hace que hoy en el departamento haya 198.000 analfabetas, situación que incrementó la pobreza en Cundinamarca.
"Si la gente no va a la escuela por falta de plata, eso es pobreza, porque la educación da calidad de vida. Si la comunidad no estudia pues no puede acceder a un empleo", dijo el secretario de Educación.
Por eso, se les propuso también a los Alcaldes involucrarse en los programas que buscan erradicar el analfabetismo, convocando a los habitantes a que participen en el proyecto 'Obreros para mi pueblo' que junto con el Sena, busca dictar un curso de 1.100 horas en nivel técnico para capacitar a la comunidad, es decir, fortalecer la mano de obra y se mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Fuente: EL TIEMPO
No hay comentarios:
Publicar un comentario